lunes, 30 de junio de 2014

MAQUINAS 

Aunque no nos demos cuenta, vivimos rodeados de máquinas, de diferentes tamaños y con las más variadas funciones: desde unas simples tijeras hasta los vehículos robots que exploran la superficie de Marte. Todas han sido diseñadas y construidas por el ser humano, con el fin de realizar tareas que no puede hacer él mismo, o para realizar determinadas tareas con menos esfuerzo.
Las máquinas son instrumentos o dispositivos que pueden cambiar la intensidad y la dirección en que se ejerce una fuerza. Las máquinas transforman las fuerzas que se les aplican, disminuyendo el esfuerzo que se necesita para realizar un trabajo.
Para funcionar, las máquinas necesitan energía; ninguna máquina funciona por sí sola. En el ejemplo de la polea, si dejamos de tirar de la cuerda, el mueble no sube.
Las máquinas transforman la energía que reciben. En el caso de la polea, la energía de nuestros músculos se transforma en energía potencial (al aumentar la altura desde el suelo a la que se encuentra el mueble).
Pero no toda la energía que recibe una máquina se aprovecha, siempre hay una parte que se pierde en vencer la fricción o rozamiento. En la polea, parte de la fuerza aplicada se gasta en vencer el rozamiento de la cuerda contra la rueda.
ELEMENTOS DE UNA MÁQUINA
En cualquier máquina se pueden distinguir tres elementos:
  • La fuerza que se aplica sobre ella, llamada fuerza motriz.
  • La fuerza que se quiere vencer, llamada fuerza resistente.
  • El punto de apoyo de la máquina, también llamado fulcro.
Siguiendo con el ejemplo del mueble que subimos con una polea, la fuerza motriz es la fuerza con la que tiramos de la cuerda; la fuerza resistente es el peso del mueble, y el punto de apoyo es el punto del techo (o de una viga en la azotea en muchos edificios) en donde se engancha la polea.
Hay dos clases de máquinas, simples y compuestas. Las máquinas simples son las que tienen un único punto de apoyo. Las máquinas compuestas están formadas por la combinación de varias o muchas máquinas simples. Las máquinas que usamos en la vida diaria suelen ser compuestas; es el caso, por ejemplo, de cualquier aparato eléctrico.
Las máquinas simples más importantes son la palanca, la polea y el plano inclinado.

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